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Potencia tu progreso
¿Estás comiendo para rendir mejor? La coach Emma te explica trucos de nutrición sencillos para potenciar tus entrenamientos, mejorar la recuperación y mantenerte en el camino correcto.
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14 de marzo de 2025
Equilibrar Tus Macros para Mejorar el Rendimiento
Una nutrición adecuada es la base del éxito en el fitness. Comprender tus necesidades de macronutrientes — proteínas, grasas y carbohidratos — puede influir significativamente en tu rendimiento, recuperación y progreso general.
Las proteínas son esenciales para la reparación y el crecimiento muscular, especialmente después de sesiones de entrenamiento intensas. Incluir carnes magras, pescado, huevos, legumbres y proteínas de origen vegetal ayuda a reconstruir el tejido muscular y favorecer la recuperación.
Las grasas, a menudo mal entendidas, son cruciales para una energía sostenida y la producción de hormonas. Fuentes saludables como aguacates, frutos secos y aceite de oliva aportan ácidos grasos esenciales que contribuyen a la salud y el rendimiento general.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo, especialmente durante entrenamientos de alta intensidad. Incluir carbohidratos complejos como cereales integrales, verduras y frutas garantiza niveles de energía constantes y una mayor resistencia.
Equilibrar la ingesta de estos macronutrientes según tus objetivos de fitness es clave para maximizar los resultados.
Tiempo de Comida y Recuperación
Consumir los alimentos adecuados en los momentos correctos puede mejorar tanto el rendimiento como la recuperación. Tomar una comida equilibrada de proteínas y carbohidratos antes de entrenar proporciona energía y mejora la resistencia muscular.
Después del entrenamiento, reponer con proteínas y carbohidratos dentro de los primeros 30 a 60 minutos ayuda a restaurar los niveles de glucógeno e inicia la reparación muscular. Además, mantenerse hidratado durante todo el día es fundamental para un rendimiento y una recuperación óptimos.
Planificar tus comidas en función de tu horario de entrenamiento puede marcar una diferencia notable en cómo responde tu cuerpo al ejercicio. Observa cómo te sientes y ajusta tu nutrición en consecuencia para seguir avanzando hacia tus objetivos.
